miércoles, 23 de junio de 2021

A toda velocidad por el tablero (I)

 

Formalmente se define a la velocidad como aquella magnitud física que relaciona el desplazamiento con el tiempo. Mediante diferentes mecanismos es posible experimentar la velocidad en primera persona. Una de ellas, la cual atañe e implica una gran responsabilidad y destreza, es situarse al mando de un coche.

Sistemas de freno, motores de combustión interna, cajas de cambio CVT… La ciencia y la ingeniería que hay detrás del sector de la automoción es profunda, diversa y apasionante. De hecho, en esta pequeña y olvidada bitácora he tratado, con la mayor profundidad que he podido, disertaciones sobre automovilismo. Si tenéis curiosidad, podéis consultarlas, por ejemplo, aquí o aquí; o bien siguiendo la etiqueta correspondiente al final de esta publicación.

La experiencia de conducción puede ser simulada también mediante diversas plataformas. Aún recuerdo el maravilloso Need for Speed II, cuya introducción en su día me dejó con la boca abierta.

¡Atención! Señor recordando glorias pasadas.

El ámbito lúdico no es una excepción y también se ha sumado a esta versatilidad. En la presente publicación os describiré tres juegos que permiten recrear con éxito la sensación de velocidad alrededor de una mesa.

Dice Drivin’.

Calles estrechas, obstáculos, curvas cerradas, aceleraciones e inoportunos accidentes. Este sencillo juego permite entre uno y cinco jugadores, experimentar una carrera urbana mediante el lanzamiento de dados y la gestión de cartas.

La preparación del juego es bastante ágil. En primer lugar se selecciona uno de los diez coches propuestos, cada uno con sus distintos atributos clasificados de la siguiente forma: número de cartas de acción que puede disponer un jugador, nivel de carrocería que establece la resistencia del vehículo y nivel de neumático.

Fast and Furious versión lúdica.

En el juego se utilizan tres tipos de dados, diferenciados por su color. Los dados azules son de potencia, los dados verdes se refieren a la maniobra y los dados rojos son de nitro. Se trata de dados de seis caras personalizados, con los siguientes atributos:

  • Los dados azules muestran caras con rayos y una con el símbolo de Crash!.
  • Los dados verdes contienen caras con símbolos de volante y una con Crash!.
  • Los dados rojos muestran caras con el símbolo de Crash! y con el icono de Nitro.

En su turno, un jugador lanzará los dados que desee de la reserva de acuerdo con la cantidad establecida por su carta de coche. Dependiendo de los resultados determinados en los dados, se pueden llevar a cabo las siguientes acciones:

  • Avanzar una casilla en una carta de tramo. Si el coche en cuestión alcanza la última casilla, puede revelar una carta del mazo de circuito y debe colocarla a continuación.
  • Cambiar de carril a través de resultados de maniobra en los dados verdes.
  • Adelantar a otro coche para lo cual se deben lanzar los tres dados azules. Si no se obtienen resultados con iconos de Crash!, el adelantamiento ocurre sin contratiempos. De lo contrario, ocurre un choque entre ambos vehículos, donde el jugador pierde dos fichas de carrocería y el coche adelantado una.

Si como resultado de la tirada principal se tienen símbolos de Crash! en los dados se producen consecuencias en función del número determinado por estos iconos. Entre estas pueden ser la pérdida de fichas de neumáticos, que el coche quede rezagado (ocasionando una pérdida de turno) o un accidente grave que retira a ese vehículo y al jugador de la partida.

Ciclo Otto por las calles de la urbe.

Como complemento, el juego propone otros modos de juego, a saber:

  • Un modo solitario o contrarreloj añadiendo fichas de check point al mazo de tramo.
  • Un modo de persecución donde un quinto jugador llevará a un coche de policía que deberá dar caza a los participantes de la carrera.
  • Un modo de campeonato donde los jugadores deberán hacer dos (o las que pacten o quieran) carreras.

Juego entretenido y de caja pequeña.

 Outrun.

¿Quién no recuerda a esa pareja que surcaba la carretera con su Ferrari? Outrun en su día marcó un hito en la historia de los videojuegos, tanto por su estilo y banda sonora, como por sus múltiples finales.

Este juego es el fruto de un gran aporte realizado por un usuario a la comunidad lúdica e implementa de forma sobresaliente las sensaciones de aquel chico y su novia rubia con el pelo ondeando al viento. Se trata de un juego de descarga gratuita y para disfrutar en solitario.

El formato MIDI o la banda sonora que escuchaban aquellos señores con canas.

El juego se compone de tres tableros en formato A4 que se deben disponer en el centro de la mesa. El primero de ellos es el principal y en éste se establecen el número de turnos y el tramo actual. El segundo es el tablero de control en el cual se debe colocar el mazo de tramos, el mazo de conducción Outrun y los descartes. El tercero y último es el tablero con el mapa, donde se sitúan tres mazos de tramo para las primeras tres etapas y un cuarto mazo para la última etapa.

Existen también cartas de habilidad y carta de sintonía que permiten obtener beneficios para ser usados durante la partida. Al inicio, se revelan tres cartas de habilidad y una de sintonía, además de robar las primeras cuatro cartas del mazo de Outrun. Estas cartas pueden ser de los siguientes tipos:

  • Motor (símbolo verde con un pistón y una biela).
  • Neumático (símbolo amarillo con un neumático, naturalmente).
  • Dirección (símbolo azul con un volante).
  • Chasis (símbolo morado con la carrocería).

El turno es tan sencillo como revelar una carta de tramo correspondiente a la etapa en curso e intentar solventarla. Cada carta de tramo tiene una serie de símbolos y condiciones que se deben cumplir para superarla mediante las cartas de Outrun. Por ejemplo, hay cartas de Avenida que requieren de un símbolo de dirección y uno de chasis, o bien cartas de Túnel con efectos inmediatos, generalmente contrarios a nuestros intereses en la carrera. Si la carta de tramo no puede ser resuelta, ocurre un choque leve (icono naranja) o grave (símbolo rojo) con penalizaciones al jugador.

La partida se da por concluida con derrota si el contador de turnos del tablero principal llega a la casilla Game Over. Por el contrario, si se termina el mazo de tramo de la etapa final, la victoria está asegurada.

La suave brisa vespertina disipaba el olor a la fricción de los neumáticos con el asfalto.

Muy recomendable y una buena contribución a la comunidad lúdica.

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Si has llegado hasta aquí, gracias por leerme.

Saludos cordiales,

Wintermute.

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