domingo, 14 de mayo de 2023

Recuento lúdico de 2023 (IV).

Buenos días a los lectores invisibles que visitan esta bitácora de forma anónima y puntual. Siguiendo la tendencia de las últimas publicaciones, repaso algunas de las partidas a juegos de mesa que he hecho en lo que va de este año.

Fireteam Zero.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la violencia inherente al conflicto ocasionó el aparecimiento de seres sobrenaturales que se alimentaban de la muerte y la destrucción. Por tal motivo, se creó una división especial formada por lo mejor de la élite militar y estudiosos de lo arcano y oculto.

Esta ambientación nos sitúa ante un juego cargado de plástico y azar, de los que me encantan, a través del cual se llevará a un grupo de hombres que han recibido la misión de acabar con los Artefactos, nombre otorgado a los entes infernales antes mencionados.

La caja básica se compone de tres misiones distintas, constituidas cada una por tres escenarios distintos. Para jugar debe escogerse a al menos dos de los cuatro militares y a los dos especialistas encargados de estudiar e investigar el entorno. El núcleo de este título lúdico reside en que cada militar dispone de un mazo específico de cartas que le otorga personalidad propia y habilidades específicas. Por ejemplo, el artificiero se centra en ataques mediante bombas y mortero, el líder en asistir y coordinar, el francotirador en disparos a distancia, o la “rata” en el sigilo y el ataque cuerpo a cuerpo.

Uno de los encantos de este juego está en el uso de los especialistas, personajes que no participan de forma directa en el ataque y que deben estar siempre acompañados por uno de los militares como mínimo. Estos especialistas permitirán repetir tiradas durante una pelea o bien investigar de forma gratuita una localización.




Otro día más en el infierno.

Como última consideración, la vida de cada personaje está definida por su mano de cartas, con lo cual si uno de ellos pierde todas sus cartas en un turno quedará derribado.

Un gran juego con una amplia variedad de escenarios. Junto con la caja básica se publicaron dos expansiones, una que completa las aventuras en Europa y otra que traslada la acción al norte del continente africano, durante la campaña de Erwin Rommel.

Desgraciadamente pasó algo desapercibido, aunque se puede encontrar a precio muy reducido en alguna tienda.

Mini Rogue.

Publicado en nuestro idioma a principios de 2023, se trata de un juego en solitario o para disfrutar en pareja con un modo cooperativo, en el cual nos pondremos en la piel de un personaje que está explorando una mazmorra.

La premisa es muy simple. Cada mazmorra se compone de cuatro niveles, estando uno de éstos compuesto por dos o tres etapas. Esta última se representa mediante nueve cartas dispuestas en una matriz de tres filas y tres columnas. El héroe empezará a explorarla comenzando desde la carta situada en la esquina superior izquierda, y comenzará a moverse hacia las cartas que se encuentren abajo y a la derecha. El final de la etapa si sitúa en la carta inferior derecha.

Cada carta simboliza peligros como trampas, enemigos o eventos que se deben superar; aunque también es posible encontrar tesoros, animales aliados o incluso taciturnos comerciantes que permitirán adquirir mejoras.

Misma temática de exploración de mazmorras. Distinto enfoque.

El juego propone una variante consistente en la exploración de una torre con distintos pisos. Sin embargo, en esencia las mecánicas principales son las mismas.

Su mayor problema reside en las escasas cartas con las cuales se forman los encuentros, por lo que es necesario recurrir a las expansiones publicadas. Recomendable para jugarlo ocasionalmente.

Nexum Galaxy.

Juego de corte nacional que fue publicado tras una exitosa campaña de mecenazgo en Kickstarter. Nos traslada a la expansión en el espacio exterior de cuatro facciones diferentes. La caja básica es una experiencia 3X: explotación, exterminio y expansión.

Cada partida se inicia con la colocación de sistemas compuestos por una estrella central y planetas del mismo tamaño o bien de tamaños diferentes. La facción de un jugador empezará en su propio sistema, con un número de naves inicial y cuatro cartas. En su turno, deberá seleccionar una de estas cuatro cartas para llevar a cabo un número concreto de acciones y en un orden específico. Tras esto, deberá dar la vuelta a la carta en cuestión, de forma que en el siguiente turno solo tendrá disponible tres de esas cartas. Después de finalizar el turno en el cual se les haya dado la vuelta a las cuatro cartas, éstas volverán a estar disponibles.

Las acciones permiten, entre otras opciones, mover naves, extraer recursos, fabricar nuevas naves o bien iniciar conflictos con otros jugadores, si éstas coinciden en un mismo planeta. Los combates se resuelven de forma simple mediante una mecánica de mayorías de naves.

 

En el futuro la humanidad se expandió por el espacio conocido. Su comportamiento no varió mucho.

Ganará aquel jugador que alcance primero un número de puntos de victoria dependiente del número de participantes. Además, dispone de un modo solitario en el cual una IA maneja una o dos facciones a través de cartas de evento. Esta IA está muy bien conseguida y le da un punto de variabilidad a la partida. Incluso se puede usar en variantes cooperativas y semicooperativas.

En suma, es un juego sencillo, quizás mucho para alguien acostumbrado al Civilization (espero escribir sobre este algún día), pero que cumple con su función.

Eso sí, hace mucha falta la X de exploración, disponible en una expansión adicional que me falta por probar.

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Nada más por ahora.

Nos leemos en la siguiente publicación.

Saludos cordiales.

Wintermute.