lunes, 31 de julio de 2023

Descent: Leyendas de las Tinieblas. Reportaje fotográfico (1/3)

Buenos días lectores invisibles.

Os muestro esta imagen en primer lugar:

Ha pasado más de un año desde que empecé la campaña a Descent:Leyendas de las Tinieblas y, por fin, la pude culminar en días recientes.

Un juego bastante peculiar de exploración de mazmorras, castillos y entornos salvajes, basado en dos ediciones previas, una de ellas, la segunda, de los mejores títulos lúdicos que he probado.

No aburro más con parrafadas y os dejo fotografías de esta experiencia:

 










Añadiré más en la siguiente publicación.

Saludos cordiales.

Wintermute.

martes, 25 de julio de 2023

Recuento lúdico de 2023 (V).

Buenos días lectores invisibles.

Nueva publicación en este rincón olvidado del ciberespacio con un denominador común: la obtención de recursos.

 

Mallorca (Finca).

En uno de mis tantos viajes por trabajo tuve la ocasión de quedarme en un hotel de una capital europea. En la recepción había una estantería con algunos juegos para las huéspedes. Además de un Monopoly y un Trivial Pursuit, estaba este juego destinado para un público general y a entre dos y cuatro jugadores.

El objetivo del juego consiste en recolectar y entregar frutas entre distintas masías o fincas de la isla de Mallorca. La mecánica principal se basa en un rondel con doce aspas de molino colocas al azar durante la preparación, en la cual se irán situando los trabajadores de un jugador para recoger la fruta en cuestión de esa aspa: almendras, higos, naranjas, aceitunas, uvas o limones. En función de cómo avancen los trabajadores en el rondel, también se obtendrán fichas de burro necesarias para transportar hasta un máximo de seis frutas. En las diferentes localizaciones del tablero se disponen de losetas con las cantidades y frutas que se deben repartir.

 


Glovo repartiendo en burro pedidos de aceitunas y limones por toda la isla.

 

Cuando se acaben las losetas en una masía, se coloca una ficha de madera en esa zona. La partida finaliza después de situar la última ficha y se procede a contar los puntos de victoria.

Un juego entretenido, de corte familiar y reglas sencillas. Recomendable dentro de este público.

 

Oh My goods!

De vez en cuando ocurre que un juego en formato pequeño esconde un buen diseño, pero al añadir expansiones pasa a convertirse en un gran título. Esto es lo que pasa con “Oh My goods!”. Mediante una mecánica de desarrollo de cartas y colección de sets se evolucionará un conjunto de edificios para incrementar la capacidad productiva de distintos bienes, como pueden ser carbón, herramientas o trigo; valiéndose de ayudante y consiguiendo puntos de victoria en función de unas misiones. Todo ello con unas escasas 110 cartas.

Originalmente el juego básico está pensado para entre dos y cuatro personas. Por si solo, es un buen juego. No obstante, puede verse diluido y agotado según avance la cantidad de partidas que se le den.

Es aquí donde entra la importancia de dos expansiones que lo modifican para mejor, convirtiéndolo en una experiencia narrativa, con un modo campaña y muy difícil. “La revuelta de Longsdale” y “Huida a Canyon Brook” aportan nuevas cartas, misiones y una historia con un hilo conductor donde realmente se siente un espíritu en el juego, es decir, aportan un alma que la caja base no tiene.

 

Vamos a producir bienes como si no hubiese un mañana, mientras el pueblo se subleva.

 

Un claro ejemplo de cómo llevar un juego correcto a algo mucho más grande. Recomendable con sus dos expansiones.

 

Sorcerer and stones.

De vez en cuando un juego entra por su portada y este es uno de esos casos. Se trata de un título de corte abstracto para entre uno y cuatro personas, el cual nos transporta a la Dinastía Qin donde monjes taoístas buscan el Xian, para convertirse en seres iluminados y con poderes similares a los de un dios.

Bajo este contexto se esconde un interesante puzle de colocación de trabajadores, destinado a recoger y situar determinados recursos en un tablero constituido por losetas. Además, cada jugador dispone de un mazo de cartas con habilidades específicas que le permiten rotar losetas, moverlas o incluso intercambiar la disposición de una con otra. El planteamiento es recolectar recursos de esas losetas, representados con cubos de distintos colores, con el propósito de conseguir reliquias y puntos de victoria.

 


La antigua China y sus tradiciones milenarias.

 

Sencillo, dinámico y rejugable. Un rompecabezas tan interesante como desapercibido.

 

Vegetasaurus Rex.

Juego publicado tras una exitosa campaña de mecenazgo en la plataforma Verkami y ambientado en una era donde los dinosaurios dominaban sobre la superficie del planeta.

Vaya por delante que de este juego solo he probado el modo infantil y el modo solitario, aunque el núcleo principal de su modo competitivo es el mismo. El tablero se compone de casillas con números correlativos, localizaciones como una laguna central y atajos, a través del cual se desplazarán los jugadores representados como dinosaurios.

Al principio del turno, los jugadores lanzarán y elegirán dados, con el fin de conseguir las combinaciones necesarias mediante sumas, restas o multiplicaciones para moverse en el tablero y conseguir las plantas requeridas para cumplir con las cartas de receta disponibles de un mazo.

 

Dinosaurios y hierbas (no espirituosas).

En el modo solitario, un dinosaurio se enfrentará a un tiranosaurio con otros tres para conseguir tres recetas, antes que la banda de cuatro consiga cinco.

De los modos que he podido probar, me parece muy bueno el modo infantil, puesto que ayuda a los niños en la toma de decisiones, gestión de azar y elaboración de operaciones sencillas.

 

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Gracias por leer si has llegado hasta aquí.

Hasta la próxima.

Wintermute.