Hola
amigos invisibles. No, hoy no voy a escribir sobre cierta película referida a un octavo
pasajero. Recodaréis que hace unas semanas os describí
algunos juegos de mesa de temática espacial y que permiten introducirse en la
piel de auténticos exploradores de nuevos horizontes.
No
obstante, ¿qué pasaría si durante ese tipo de búsqueda nos encontráramos con
otras especies o civilizaciones belicosas? O, sin más, con algún tipo de
engendro repugnante cuyo único propósito es acabar con cualquier atisbo de
vida. En esta entrada os voy a detallar, y recomendar también, unas cuantas
experiencias lúdicas que evocan la peor de las pesadillas que puede tener un grupo
de colonizadores o simplemente incautos que pasaban por ahí.
Space
Hulk.
Ambientado
en el nutrido y diverso mundo de Warhammer 40000, esta joya es una
confrontación directa entre dos bandos. Por un lado, un jugador controla a un
pelotón de valientes Marines Espaciales fuertemente armados pero muy lentos,
cuya única y sencilla misión es limpiar un enorme pecio espacial de carga de una
horda de Genestealers Tiránidos que han decidido invadir la nave y aniquilar a todo
aquel que pase por allí.
El jugador
encargado de los Marines Espaciales tiene la labor de programar sus acciones
durante un tiempo limitado y enmarcado dentro de un reloj de arena. Por su
parte, el responsable de conducir la horda Genestealer tiene el deber de estrechar
el cerco sobre el destacamento militar. La sensación de agobio y claustrofobia
es muy evidente. Los Marines Espaciales tienen poco espacio y tiempo para
maniobrar. Los Genestealers Tiránidos deben situarse correctamente si no
quieren morir acribillados.
Según la
misión y el tamaño del pecio, es posible estar horas dando vueltas alrededor de
la mesa y sufriendo cuando el Hermano Claudio, al fin, logra estar adecuadamente
encarado para barrer de bichos el pasillo que conduce al puente de mando.
Space
Hulk: Death Angel.
¿Creéis
que es factible llevar el juego anterior a una experiencia únicamente con
cartas? Pues el gran Corey Konieczka lo ha hecho posible. La temática es la
misma pero las sensaciones son otras. Entre uno y seis jugadores deberán
controlar cooperativamente a un escuadrón de Marines Espaciales con idéntica
misión: Despejar un pecio de carga de una caterva de Genestealers Tiránidos,
controlados por el mismo juego. Todo ello dentro de una caja muy pequeña que requiere
de un amplio despliegue.
Cada
Marine se representa mediante una carta y, en función del número de jugadores,
se dispone de un pelotón con más o menos integrantes, pero nunca una cifra
inferior a seis aguerridos militares. Cada uno de los recintos de la nave se
representa también mediante una carta en particular. Es posible explorar desde
la esclusa hasta la sala de máquinas infestada por alienígenas sedientos de
destrucción.
¿Es fácil
ganar en este juego? La respuesta corta es no. La respuesta larga también es
no, pero puede llegar a ocurrir el milagro de concluir con éxito el cometido
suicida si los resultados de tirar un infame dado de seis caras acompañan a la
estrategia general.
Si quieres
sufrir y que te duela ver morir a los bien entrenados Marines, éste es tu
juego.
Doom.
En efecto,
el gran videojuego de ID Software que inició una mítica franquicia de finales del siglo pasado
también tiene su equivalente en mesa, donde podréis conocer a gente muy
maja.
Sargentos
poseídos, demonios, cacodemons, espectros, diablillos, almas perdidas… Toda la
galería de monstruos está correctamente representada y debe ser gestionada por
uno de los jugadores. Del lado de los humanos responsables de la eliminación de
semejante turba, habrá entre uno y cuatro jugadores. La experiencia permite
revivir los escenarios con los primeros brotes de la invasión en la nave militar,
como también aquellas incursiones en los dominios infernales de ese cruel ejército.
Una digna representación
de aquel juego de disparos en primera persona.
XenoShyft:
Onslaught
Un grupo
de humanos descubrió un valioso mineral llamado Xenotita en un planeta
inexplorado. NorTec, la corporación que dirige la explotación de este recurso,
ha enviado a un escuadrón de militares muy bien entrenados para que contribuya
en las funciones de apoyo y custodia del personal minero que allí se encuentra.
Sin embargo, pronto se darán cuenta de que ellos han invadido el hogar de una
colmena de desagradables seres que van desde simples insectos tamaño familiar
hasta gigantescos y babosos gusanos.
Esta es la
premisa de este juego que, sin mencionarlo explícitamente, recuerda a la
maravillosa película Starship Troopers. De forma colaborativa, entre uno y
cuatro jugadores, deberán reclutar a miembros del cuerpo de infantería, armarlos y defender las instalaciones de la
colonia de los constantes y cada vez más agresivos ataques de la colmena, donde morir es lo habitual. Sólo
se puede ganar si se resiste el asedio durante nueve rondas, aunque lo habitual
es no llegar a la séptima.
¿Desea
saber más?
Legendary
Encounters: Alien.
Llegamos al
ítem que da título a esta entrada. No podía acabarla sin mencionar a este gran
juego cooperativo y con una mecánica de construcción de mazos, donde es posible
recrear las cuatro películas protagonizadas por Sigourney Weaver.
Cada
jugador controla a un avatar que personifica a diversos personajes de las
diferentes películas, como por ejemplo un funcionario de la compañía Weyland-Yutani,
un androide, un prisionero, un mercenario o un médico militar. Cada uno con su rol y sus habilidades específicas.
Mientras
se descubre parte de la trama y se buscan los medios para el violento desenlace
(si es que se llega a él), será necesario explorar la nave comercial USCSS
Nostromo, el USS Sulaco, Hadley’s Hope, la prisión en Fiorina 161 o la estación
espacial Auriga, según sea el escenario seleccionado. La exploración no está
exenta de la aparición repentina de xenoformos o de los violentos chestbursters
dispuestos a dejar su espantosa semilla en el interior de nuestro avatar.
La sensación
de agobio está maravillosamente reflejada en cada una de las fases del juego y,
es muy frecuente, no disponer de los medios necesarios para poder conseguir los
objetivos, principalmente en las etapas finales. Todo ello aderezado por ilustraciones
en las cartas con muchas escenas icónicas.
*****
Si has
conseguido llegar al final de este tocho, sólo me queda recomendar que te
animes a probar alguna de estas experiencias. Eso sí, si estás en casa y gritas, alguien podría escucharte.
Saludos
cordiales.
Wintermute.
Ya me has puesto ganas de jugar a estos juegos. Muy bien explicados,desde un punto de vista genérico. Sigue así
ResponderEliminar¡Muchas gracias por pasarte a leer y comentar! Ya sabes lo que toca entonces: ¡A jugar!
ResponderEliminar