Five Parsecs from Home. Epílogo.

 La noticia del día era el ataque con bombas atómicas que la Armada de Unity había dirigido al corazón del belicoso Imperio K’Erin, como respuesta a la invasión de Arrakeen. La capitulación de la belicosa raza K’Erin había sido inmediata y un armisticio era cuestión de horas.

Sin embargo, para la tripulación del Alatriste eso no era importante.

Alberto Jung-Espinosa estaba enfadado y desconcertado. El oficial de la Agencia de Unity vociferaba a viva voz.

-Estamos arreglando este puñetero desastre. El río de cadáveres que habéis dejado en todo Trántor es inadmisible-.

-Hemos hecho vuestro trabajo sucio- James se encogió de hombros.

-Ayudadme a entender esto. Tengo en la morgue el cuerpo irreconocible de una mujer, unos mercenarios, unos delincuentes de Anarquía roja y miembros de la seguridad privada de Industrias Virek ¿Qué relación hay entre todos ellos?-.

-¿Por qué no se lo pregunta a Josef Virek?- Intervino Yula, explotando una pompa de chicle en su boca.

-Ese anciano solo balbucea y dice cosas incoherentes. Dice que quiere ser inmortal-.

-Tal y como lo vemos- Habló Malcolm, sentado en un asiento del puente de mando y con las manos en la nuca -Nos hemos dado de bruces con una organización criminal que nos ha usado a todos-.

-Eso me temo- Jung-Espinosa entrecerró los ojos -Tráfico ilegal de esclavos desde Éfira, modificación genética de esos desgraciados en Kelvin 273 y una agresión en Nova Vinicius, pero ¿para qué?-.

El oficial de la Agencia contempló a esos cinco individuos con suspicacia.

-¿Y ahora qué hago con vosotros?-.

-Nos dejas ir- Respondió Sombra, con indiferencia.

El bufido del oficial fue tediosamente prolongado.

-Iros antes de que me arrepienta, pero debéis registraros en vuestro próximo destino. Quiero tenerles localizados por si tengo más dudas sobre este enredo-.

El reactor de la nave rugió a plena potencia. Yula activó los controles y maniobró suavemente, abandonando la dársena.

Nadia extendió una mano buscando la de James. Ambos sonrieron mutuamente cuando las entrelazaron.

-Por favor, iros a un hotel- Protestó Yula.

-Quizás necesitemos unas largas vacaciones- Dijo James.

-Unas muy largas vacaciones… Tenía un retraso, me he hecho una prueba y estoy de tres meses…- Anunció Nadia en voz baja.

Yula ladeó la cabeza, Mal sonrió levemente y Sombra cerró los ojos.

James parpadeó rápidamente y apretó la mano de Nadia con energía.

-Escucha comerciante, como no cuides a mi hermana y a lo que crecerá en su barriga, te daré una paliza ¿entendido?- Comentó Yula, ajustando la ruta de navegación.

-Vamos, todos sabíamos de lo vuestro. Era evidente- Dijo Sombra, pero enseguida un asomo de duda se reflejó en su rostro -Aunque quizás Dietrich no se…-.

PILOTO AUTOMÁTICO ACTIVADO.

El aviso apareció en las holopantallas de la nave, seguido de un tenue zumbido de alarma.

-¿Has hecho algo, Yula?- Interrogó Malcolm.

-Nada, yo…-.

Un ruido de estática precedió a una voz sintetizada.

-No os preocupéis- La voz era familiar, pero no real -He tomado por unos instantes el control del Alatriste-.

-¿Quién eres?- James estaba nervioso.

En la holopantalla se dibujó un rostro artificial y plano muy parecido al de Dietrich Grüber.

-Dietrich… ¿Estás vivo?- Interrogó Sombra.

-¿Es Inteligencia Artificial?- Murmuró Nadia.

-Incorrecto. La conciencia de quien conocéis ha sido replicada y volcada en la Matriz…. Más bien, se ha fusionado con la Matriz, sus recuerdos, sus memorias ahora son la Matriz. Nos hemos convertido en una forma de vida autónoma dentro de ella-.

Dos rostros adicionales se forjaron en la holopantalla. Una mujer y un niño.

-Los tres ahora constituimos la entidad antes conocida como la Matriz, somos un organismo sentiente, un ente pensante, somos la suma de todas las bases de datos de Unity y más allá del universo conocido. Estamos en todas partes y en ninguna, en el inmenso mar de la información, dentro de un sistema de memoria intangible e infinito-.

-No te sigo…- Malcolm no conseguía articular palabras.

-El diseño de Ludmila ha sido un éxito y nosotros somos su resultado. Viviremos por siempre. Conocemos todos los secretos y rincones de la Matriz, porque somos la Matriz-.

-Cuando Wolfmother nos iba a asesinar con su gas nervioso… ¿habéis sido vosotros quienes sabotearon sus sistemas?- La pregunta de Yula flotó en el aire.

El rostro artificial de Dietrich sonrió en la holopantalla.

-Hasta siempre amigos míos-.

Una risa que no era risa.

Silencio.

El control de la nave volvió.

Los cinco tripulantes permanecieron callados por un tiempo indeterminado.

-Malcolm, ¿a dónde vamos?- Nadia estaba refugiada en los brazos de James.

-El balneario de la Antigua Tierra dicen que está muy bien- Propuso Sombra.

-Tenemos dinero de sobra, ¿cuán lejos está de nuestra posición actual?- Intervino James.

-A cinco pársecs- Contestó Yula.

-Prepara y calcula los saltos espaciales. Será un viaje largo- Concluyó Malcolm.

FIN.

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De este modo finaliza un viaje que tuvo su inicio hace unos meses.

Os dejo algunas imágenes que no he puesto en las diferentes publicaciones.

 

El Alatriste.

Algunos de los experimentos realizados en Kelvin 273.

Trántor vista por una de sus habitantes.

 

La normaidad regresa a Nova Vinicius.

Una conversación con Wolfmother.

 

Five Parsecs from Home.

Gracias por leer hasta aquí.

Saludos cordiales.

Wintermute.