martes, 12 de octubre de 2021

Five Parsecs from home. Episodio 2: Negocios inconclusos

 Bitácora de travesía Z-593X. Apuntes de Sombra Negra.

Deslicé instintivamente mi mano derecha hacia mi arma. Aquel individuo no me gustaba nada. Su postura era militar, su vestimenta denotaba que tenía un cierto rango dentro de la autoridad de Unity. Era un puñetero madero. De eso no cabía duda alguna.

-¿Quién eres? ¿Un vendedor de seguros?- Preguntó Mal, con esa actitud desenfadada que tanto me disgusta -No estamos interesados-.

-Por ahora, soy un nadie- Parecía disfrutar con cada momento de aquel encuentro -Aunque estoy seguro de que nos volveremos a encontrar muy pronto-.

No se dio cuenta de que Nadia ya se hallaba detrás de él. El orificio de su revólver láser se encontraba a la altura de su hígado. En ese instante entendí la sorna de Mal.

Sonreí.

-Tienes cinco segundos para decirnos tu nombre y qué demonios deseas- James apretaba sus nudillos.

El sujeto tragó saliva y alzó los brazos.

-Me llamo Bill… Bill Callahan… Soy un agente de Unity-.

-Un patético madero, lo sabía- Mascullé.

-Damas y caballeros, no empecemos a ponernos nerviosos. Simplemente quería saludar a quienes se cargaron a esos mercenarios… Es todo…-.

-¿Te ha enviado el Regente?- el tono de voz de Malcolm ya no era irónico.

-Puede-.

-¿Le enfrío, Mal?- Nadia tenía el dedo en el gatillo.

-No- El capitán miró fijamente al sujeto -Te dejaremos por ahora-.

Nadia no bajó el arma.

-Os estaré esperando en la oficina del Regente- El madero suspiró aliviado -Puede que tenga algo para vosotros-.

Una urbe preciosa si no quieres vivir en ella.

 Ninguno de nosotros dejamos de mirar a nuestro alrededor según volvíamos al puerto espacial. El insensato de Dietrich aún seguía en la Sick Bay, adormilado y recuperándose de su lesión. Así que decidimos explorar los alrededores para intentar aclimatarnos a ese planeta.

Salvo cotilleos intrascendentes, James fue el único que sacó provecho de aquel paseo. Entabló conversaciones con algún comerciante del mercado negro y se hizo con un rifle de largo alcance. Puede que ese mequetrefe haya nacido en un mundo primitivo, pero es un figura a la hora de establecer negocios.

-¿Qué hacemos? ¿Volvemos a donde ese tipo?- Yula quería volver a la acción.

-He hablado con los responsables de la dársena- Agregó James -Dejarán al Alatriste en custodia, así que no habrá que preocuparse por Dietrich-.

-¿Cuánto nos ha costado el soborno?- Malcolm temía por nuestras finanzas.

-Poco- James se encogió de hombros -Menos de lo que estarías dispuesto a pagar-.

Volvimos a la Regencia, donde Gabriel Wotan nos esperaba con una sonrisa falsa. Estaba deseando en hacer un mapa nuevo en el rostro de ese miserable.

-Sean bienvenidos, damas y caballeros- Dijo el Regente con parsimonia -Espero que hayáis podido disfrutar de nuestra hospitalidad-.

En una esquina el agente de Unity simulaba una actitud despreocupada, pero su revólver estaba muy cerca de sus manos.

-Lo intentamos- Respondió Yula innecesariamente.

-Ojalá podáis acudir a los balnearios del norte. En esta época son muy reparadores. Quizás a vuestro amigo herido le venga bien…-.

-Tu socio aquí presente- Interrumpió Mal -Ha dicho que quizás tengas algún otro encargo-.

-Directo y conciso- El Regente fingió estar cómodo -Como a mi me gustan- Hizo una pausa y en un holo-proyector desplegó la ficha de una mujer -Se llama Isabella Croft y es la responsable de Seguridad Militar en Toriyama Corp- Desvió la mirada hacia el agente.

Isabella y su ejército privado.

 -Doña Isabella ha decidido incumplir de forma unilateral con un contrato firmado con Unity- Continuó Callahan.

-¿Qué tipo de contrato?- Nadia parecía incómoda.

-Seguridad corporativa para nuestros altos cargos- Contestó el Regente con palabras pausadas -Queremos que os infiltréis en las instalaciones de la empresa y eliminéis a Isabella. Con esto, daremos un aviso al CEO de Toriyama Corp para que cumpla con el contrato firmado-.

-A ver si lo entiendo- Intervine, intentando conservar la calma y no perforar la frente de ese Regente -Nos estáis pidiendo que matemos a alguien de una empresa por quien sabe qué estupidez. Si sale mal, obviamente diréis que se ha tratado de un ataque de una banda de criminales. Si lo conseguimos, haréis lo que os plazca, ¿me equivoco en algo?-.

-Es usted muy perspicaz señorita. Espero que sea igual de efectiva cuando haga su trabajo. Obviamente os dejaremos, sólo para este encargo, unos distorsionadores de rostro para que nos puedan identificar- Hizo una pausa y miró al agente -El señor Callahan aquí presente les acompañará y ayudará.

El aludido parpadeó repetidamente. Obviamente no se lo esperaba.

Sonreí.

Las corporaciones y sus edificios altos.

 No fue difícil infiltrarse con los distorsionadores suministrados por el Regente. Los holoplanos nos daban una ubicación precisa de las diferentes salas y laboratorios de esa empresa. Según pudimos saber de la boca del agente Bill, se trataba de una corporación dedicada a la fabricación de armas y al suministro de servicios de seguridad privada, lo que traducido al lenguaje coloquial viene a decir que son los matones que usa Unity cuando no quiere verse envuelta directamente en cualquier escándalo.

El objetivo se hallaba practicando con armamento de grueso calibre y en compañía de otros seis sujetos. Parecían tener buena puntería. En cuanto se percataron de nuestra presencia, nos apuntaron con sus armas.

Empieza la acción.

 -Señores- Dijo Mal -Nadie tiene por qué salir herido. Sólo queremos que nos entreguéis a vuestra jefa, incluso os damos la oportunidad de que le disparéis vosotros mismos-.

El agente de Unity miraba a todas partes, Nadia se río por lo bajo y ya tenía en la mira a uno de los esbirros desde su posición.

-¡Acaben con ellos!- Gritó la tal Isabella.

Pero Mal fue más rápido. Desenfundó y le dio en el pecho de esa mujer, quien retrocedió un poco. Su escudo magnético había sido destruido.

El amplio salón estaba compuesto por multitud de columnas lo cual nos daba cierta cobertura, pero a ellos también. Nadia y James estuvieron muy acertados con sus rifles de largo alcance, mientras Yula y yo dábamos fuego de cobertura. Por algún motivo, el gallina de Callahan no hizo mucho. Simplemente se escondió tras los primeros disparos.

Uno de los matones recibió un impacto en medio de los ojos y su compañero soltó su arma y salió corriendo.

-¡Cobarde! ¡Vuelve aho…!- Intentó gritar Isabella.

No pudo terminar. Malcolm y James le dispararon. Su cadáver inerte se desplomó con el ruido metálico de su armadura de entrenamiento.

Lavoro finito per oggi.

-Me complace ver cómo habéis llevado a cabo otro trabajo con buen término- El Regente parecía satisfecho.

-¿Lo tenemos?- Mal miró James.

-El Simestim está en orden-.

-Es una ventaja trabajar para un gobierno local de Unity ¿no creen?- Gabriel hizo un ademán de despedirse, pero rectificó -Además, ya que os gusta tanto mi planeta, creo que tendrán a bien la compañía de Bill-.

Esta vez el agente no parecía sorprendido.

-Te vigilaré. Si nos la juegas, no cuentes con seguir teniendo esa cabeza sobre los hombros- Mi amenaza quedó flotando en el aire.

Así fue cómo nos ganamos un lastre indeseado. Al volver al puerto espacial, Dietrich estaba trabajando en el interior del Alatriste.

-Creo que tenemos trabajo- Fue su forma escueta de saludar.

___________________________________

Muchas cosas han ocurrido en este segundo encuentro. Lo destacable: la tripulación se amplía con el siguiente miembro:

-Bill Callahan: agente de Unity de rango Ejecutor, nacido y entrenado en Leúcade, un pequeño planeta colonizado antes de la última guerra. Aunque precarios en tecnología, se dice que tienen por costumbre valerse de muchos recursos. Como buen funcionario policial, se rige por un estricto código de orden.

¿Aliado o espía?

Como banda sonora de esta incursión he usado la siguiente:


Saludos cordiales.

Wintermute.

No hay comentarios:

Publicar un comentario