martes, 21 de octubre de 2025

Te recordaré en Octubre

¿Es imposible olvidar al primer amor? La pregunta, sin ser original, no es sencilla de responder. Más aún cuando eres mi suspiro de la juventud, mi primer beso temeroso, mi nostalgia adolescente y mi añoranza jamás olvidada.

¿Qué debo hacer cuando mis mejillas se sonrojan al escuchar tu voz? ¿Acaso debo volver a mi fuero interno de autocontrol? Imposible. Nuestros senderos llevan años separados, pero aún así despiertas en mi interior sentimientos que creía cerrados bajo llave en algún cofre oculto de mi corazón.

No tengo dudas, ni tampoco certezas, de que la suerte debida al azar ha querido entretejer de nuevo nuestro destino, aunque sea de forma provisional.

Tu llamada fue fulminante e impactó de lleno en mi ánimo. No habías terminado de justificar tu larga ausencia y ya me habías ganado en una partida que ni siquiera había empezado. Dejo todo para atenderte, escucharte y evocarte. Al borde de las lágrimas, te disculpas por tu alejamiento, pero desconoces que ya te había perdonado desde el primer instante.

Más de una vez he pensado en ti, soñando con la melodía de tus palabras diciéndome lo bien que me había quedado un corte de pelo, lo elegante que me sentaba aquella camisa azul, pero nada de eso ocurre. En todos esos sueños conseguía estar a tu lado, abrazado en una fría noche de invierno, disfrutando de una sombra bajo un frondoso árbol en una cálida tarde de verano, o simplemente viendo cómo el follaje cambia de color durante el otoño.

Lo cierto es que nuestro barco naufragó en una primavera ya muy lejana.

Tú tienes tu vida, yo tengo la mía. No ha podido ser de otro modo. Sin embargo, te pido por favor que me mires por última vez, déjame deleitarme en el brillo de tus hermosas pupilas, en la timidez de tu sonrisa y en lo insondable de tu silencio.

Hagamos una promesa, aquí y ahora, aunque sea en lo más hondo de mi pensamiento furtivo. Si en verdad existe una vida después de ésta, volvamos a encontrarnos, conozcámonos, enamorémonos y alcancemos la plenitud juntos. Hagamos el amor más de mil veces, fundámonos en incontables besos y construyamos un nido donde yacer hasta la inexorable vejez.

Si la buena fortuna no nos acompaña, entonces caminemos por las diferentes vertientes del destino, hallándonos en las infinitas iteraciones de la incertidumbre. No descansemos hasta cumplir con esta ambición oculta.

Mientras tanto, en esta, nuestra realidad más fehaciente, vivamos plenamente y con la mayor de las felicidades. Porque si tú eres feliz, yo me sentiré dichoso de saberlo, aunque no compartas ese gozo conmigo.

Solo tengo para ti palabras nobles, porque las tienes muy bien merecidas. Eres la grandeza hecha persona, la humildad en máxima ebullición y la ladrona fugitiva de mi existencia. En definitiva, eres mi persona favorita. Mi primer amor, mi amor verdadero, mi amor más preciado.

No te puedo olvidar. No te olvidaré.

10月無口な君を忘れる

 

domingo, 21 de septiembre de 2025

Para ti.

Cuando se va alguien a quien quieres, no parece ser algo grave en un principio. Sin embargo, se nota en aquellas pequeñas experiencias. Las conversaciones sobre cualquier tema, esas cosas nimias que hacíamos juntos, incluso el tiempo transcurrido entre ambos escribiendo ese documento que culminaba una etapa en nuestras carreras.

Trabajamos juntos durante una breve temporada. Un otoño y parte de un invierno donde la intensidad marcó el ritmo de nuestro objetivo mutuo. Nos hicimos compañeros de viaje en un monográfico que culminaba unos estudios de postgrado. 

Nos complementábamos profesionalmente en muchos aspectos, pero tengo que ser honesto. Aprendí mucho de ti, de un ramo que me era completamente desconocido, un sector que creía complejo pero conseguí entenderlo gracias a tus explicaciones. Te admiro. Admiro tu tenacidad, tu constancia, tu pragmatismo y tu constante superación. Tu sonrisa encantadora me cautivó más de una vez. Tu acento extranjero es exquisito y, a la vez, le otorga una maravillosa pulcritud a la sintonía de tus palabras.

Has dejado una profunda e inolvidable huella en mi alma y, aunque solo nos hemos visto tres veces en persona, atesoro ese momentos en un baúl discreto de mi corazón. Sería injusto olvidar todas esas noches en las cuales nos encontrábamos en modo remoto para discutir y avanzar en nuestro trabajo común. Son para mi una época hermosa y plena. No te miento, nos costó mucho, pero el resultado fue más que satisfactorio.

Lamento mucho no haber podido ayudarte cuando más lo necesitabas. Deseo con toda la fuerza de mi espíritu que tengas una vida en compañía de lo más importante para ti. Creo que no pude articular las palabras adecuadas, pero siempre quise lo mejor porque lo merecéis.

Eventualmente, todos esos instantes se transformaron en memorias, y todas esas memorias se convierten en ti.

Recuerdo la calidez de tus palabras en las noches frías. 

Si tuviese una rosa por cada vez que te recuerdo, podría caminar para siempre en mi propio jardín. 

Todas las líneas ferroviarias de mi mente me conducen inexorablemente hacia ti.

Eres mi taza de café en un día gélido de invierno.

Sueño con caminar por las calles capitalinas a tu lado.

Todo lo que me queda por añadir es que recordaré por siempre a esta impresionante y fantástica chica que apareció en mi vida. 

Para ti, la mujer a quien seguiré queriendo en mis sueños:

Je t'aime.